Aprende a adaptar las buenas prácticas en marketing para aplicarlas a tu empresa.
El benchmark, o estudio comparativo, es una técnica de marketing consiste en analizar las estrategias utilizadas por empresas líderes y otros socios en referencia a una problemática preestablecida.
El objetivo es identificar las innovaciones y procesos que podrían adaptarse a tu propia empresa, algo así como una caza de buenas ideas.
1. Autoevaluación
Este es el momento para observar de manera crítica tu rendimiento: las compras, la producción, la logística, las ventas, el mantenimiento, etc. Gracias a este autoanálisis, encontrarás los puntos que se pueden mejorar y que, por tanto, pueden ser utilizados para el benchmark.
2. Selecciona las empresas o socios con los que harás la comparación
Dado que se trata de un proceso de mejora que apunta a la excelencia, es necesario identificar las organizaciones que destacan en los puntos definidos en la primera etapa. Esto te permitirá situar a tu empresa en el mercado y tener una visión más clara de tu nivel de competitividad.
3. Recopilación de la información
Para tener algo en lo que basar la comparación, se deben recopilar los datos pertinentes relativos a los indicadores seleccionados, pero, sobre todo, ¡deben ser datos fiables!
4. Análisis de los datos
Adapta las innovaciones, procesos y estrategias encontradas a tu propia empresa. El benchmark sirve para entender y aprender de las empresas analizadas.
5. Circulación del benchmark
Una vez que se haya realizado el benchmark, la etapa siguiente consiste en hacerlo circular por la empresa y, en especial, hacer que se acepten los cambios que deben realizarse.
Esperemos que estos consejos te ayuden a idear mejores estrategias en tu marca.
¡Suerte!